martes, 31 de enero de 2012

El desprecio de Rajoy

La mayoría de medios de comunicación recoge hoy una conversación de Rajoy con su homólogo finlandés, en la que le anuncia que la reforma laboral le va a costar una huelga general y aunque no lo dice, que le da exactamente igual.
Primero está por ver si los sindicatos convocan una huelga general, pero aunque lo hicieran lo que Rajoy dejó claro ayer es que le trae sin cuidado.
Desprecia por tanto, el significado de una Huelga General y desprecia a todos los trabajadores y trabajadoras con el anuncio de una reforma que previsiblemente, una vez más, no servirá para crear empleo pero sí para retroceder un paso más en los derechos laborales.
Para la derecha los y las trabajadoras como un coste de producción, así que en época de crisis hay que reducirlo para maximizar el beneficio, ni más ni menos.
Por eso le da igual la huelga, sea una, dos o tres, porque él en una huelga no ve una reclamación por unos derechos sustraídos, sino un pequeño perjuicio al PIB por un día de inactividad perfectamente susceptible de corregir con algún tipo de contrato basura.
Rajoy considera y así lo ha dicho desde que le nombraron Presidente que tiene la confianza de la mayoría de la ciudadanía para hacer lo que le plazca, no porque lo hubiera anticipado en su programa, que no lo hizo, sino porque le han votado.
Habrá quien diga que lo tenemos merecido y en parte tiene razón, cuando se vota a la derecha no cabe esperar más que medidas de derechas, pero de ahí a que encima Rajoy vaya por Europa haciendo gala de lo perniciosas que van a ser sus medidas para la mayoría, va un salto.

martes, 24 de enero de 2012

Garzón y la memoria histórica

No tengo ninguna simpatía por el juez Baltasar Garzón, esa es la verdad.
Es más, no tengo simpatía por ningún juez que hace de la aplicación de la justicia una herramienta para obtener sus propios fines, sean estos jurídicos, políticos o de cualquier otra índole y Garzón, es un buen ejemplo de ello.
Es difícil, para quienes creemos en la separación de poderes, guardar respeto a quien, durante años, ha sido protagonista de instrucciones penosas con el único objetivo de poner al servicio del gobierno de turno la Audiencia Nacional.
Sin embargo, a pesar de la opinión que me merece el encausado en cuestión, imputarle un delito de prevaricación por investigar los crímenes del franquismo y hacerlo, gracias a las querellas presentadas por dos asociaciones cercanas a quienes cometieron esos crímenes, me cabrea.
Máxime, teniendo en cuenta que sucede el día de la conmemoración del 35 aniversario de los asesinatos de Atocha y el año del 75 aniversario del bombardeo de Gernika.
Uno de los mayores errores de la transición, tal y como yo lo veo, es que después de 40 años de dictadura y de un genocidio en toda regla, nadie tuvo que reconocer su afección al régimen, ni el dolor causado, ni pedir perdón para seguir participando en la vida política, económica o judicial.
Eso que ahora reclamamos a ETA, no se les reclamó entonces a los fascistas que rápidamente se apuntaron al título de demócratas de toda la vida, particularmente, en el poder judicial.
Así pues, al margen de Garzón, el proceso que hoy se está llevando a cabo en el Tribunal Supremo, es la constatación de que la memoria histórica sigue siendo la gran asignatura pendiente de la democracia española y que tendrá que resolver antes o después si quiere seguir llamándose así.

martes, 17 de enero de 2012

Duplicidades

Ayer celebramos la segunda sesión de la Comisión Especial del Parlamento para analizar las duplicidades en Euskadi y visto lo visto, si fuera por mí, no celebraríamos la tercera; ya que lejos de realizar un análisis mínimamente riguroso del entramado institucional vasco, esta comisión ha convertido en un nuevo ring electoral entre PSE y PNV.
Por un lado, tenemos un informe elaborado por el Gobierno Vasco, que nadie sabe muy bien en qué consiste pero que cifra las duplicidades en 403 millones de euros año.
Por otro, un PNV que no quiere ni oír hablar de esta discusión porque le parece que todo está perfectamente.
Con respecto al informe, que yo sí me lo he leído, tengo que decir que tengo serias dudas sobre la metodología empleada para su elaboración. Según este informe, duplicidad es todo aquello que realiza una institución sin un título competencial expreso, tenga otra institución ese título competencial o no.
Es decir, según el informe, no hay posibilidad de acuerdo entre instituciones sin caer en duplicidades y por lo tanto en ineficiencias y por último en sobrecoste, 403 millones de euros/año para ser exactos. La cifra es tan poco rigurosa que podría ser ésta, el doble o la mitad, así que no vamos a dedicarle ni un minuto.
Pero es que la actitud del PNV está siendo aún peor.
Su cerrazón a analizar el actual entramado institucional es tan manifiesta ,que nos va a hacer perder el tiempo durante meses para acabar concluyendo que lo mejor es dejar las cosas como están, que "fíjese Ud. donde estaba Euskadi hace 30 años y donde está ahora", argumento repetido ayer hasta el aburrimiento por parte del Diputado General de Bizkaia.
Profunda contradicción la de un partido que aspira a cambiar el estatus de Euskadi en España, pero que al más puro estilo constitucionalista español se niega a debatir sobre el estatus de los territorios históricos en la CAV.
Las duplicidades en Euskadi existen, el entramado institucional vasco, pero sobre todo el uso partidista y provinciano que se ha hecho de él es inaceptable, en época de crisis y en época de bonanza. Necesita una revisión urgente que permita dotar de racionalidad al sistema.
Ahora bien, si se quiere utilizar esta cuestión para debilitar el sistema público (PP), como arma electoral (PSE) o como símbolo de la esencia del nacionalismo vasco y los derechos históricos(PNV), flaco favor le vamos a hacer a la ciudadanía vasca que contemplará estupefacta, cómo al tiempo que se le aplican recortes sociales bajo la excusa de la crisis, ninguno de los tres partidos tiene un verdadero interés en reformar las instituciones para poder ofrecer mayores y mejores servicios públicos.

lunes, 9 de enero de 2012

El autogobierno y los presupuestos

La última comisión a la que asistí en el Parlamento el año pasado fue el 28 de diciembre. La comisión era de economía y hacienda y se reunió a instancia nuestra para debatir nuestro desacuerdo a la normativa europea que limitaba el déficit de los estados, comunidades autónomas y ayuntamientos y creaba una comisión "independiente" para supervisar todos esos presupuestos.
Nuestra oposición a la norma se basaba en dos cuestiones: la primera, más general en cuanto a lo inadecuado de la fórmula “reducción déficit” como única herramienta para salir de la crisis y la segunda, el manifiesto ataque que suponía la norma al autogobierno vasco.
El PSE votó en contra. Hasta aquí todo dentro de lo normal teniendo en cuenta la reforma constitucional que pactaron con el PP, precisamente para limitar los déficit.
Sin embargo, mi sorpresa fue mayúscula cuando el Gobierno Vasco (PSE), se opuso una semana después! a la reforma planteada por Rajoy que pretende precisamente lo mismo, es decir, controlar los déficits de las CCAA.
La pregunta es obvia: ¿por qué Europa sí pero España no? o acaso es ¿Europa sí y España también, siempre y cuando gobierne su partido?
Nunca me ha parecido que López haya llegado a entender lo que supone ser Lehendakari, pero a medida que se acercan las elecciones su incapacidad para dejar el traje de Secretario General del PSE y ponerse el de Lehendakari me está empezando a resultar exasperante.